ALGUNOS BENEFICIOS
DE LAS LÁMPARAS Y PIEDRAS DE CRISTAL DE SAL
Según la antigua
sabiduría del Feng Shui, el arte milenario chino que estudia la armonía entre
la luz, los colores, la simetría y la distribución de los espacios, la luz
disuelve las energías negativas y atrae la fuerza vital, la alegría y la salud.
En el interior de las casas las energías positivas tienden a estancarse y la
iluminación se convierte entonces en un factor clave para mantener el bienestar
físico y psíquico de todos los habitantes del hogar, incluidos los animales y
las plantas. Los preceptos del Feng Shui recomiendan distribuir lámparas por
todos los rincones oscuros para reforzar el Chi, la fuerza vital que está
presente en el Universo y en todos los seres vivos.
Una de las mejores
formas de intensificar esta energía es utilizar lámparas de sal, una
combinación casi mágica de luz y color que, además, equilibra el exceso de
iones positivos perjudiciales para la salud gracias a la presencia del yodo
salino, que enriquece el ambiente con iones negativos.
Las lámparas de sal son
ionizadores naturales que absorben el exceso de ondas electromagnéticas
emitidas por los televisores y los electrodomésticos en general y ayudan a
crear una atmósfera sana. No olvidemos que la sal contiene casi todos los
oligoelementos de los cuales depende el buen funcionamiento del organismo.
TERAPIA A TRAVÉS DE LOS COLORES
Está ya suficientemente
demostrado que los colores pueden activar la energía del organismo y favorecer
la curación de determinadas dolencias, así como inducir estados de relajación o
de actividad mental, según sea el color elegido.
El naranja, por ejemplo, es
estimulante, proporciona sensaciones de bienestar y calidez, relaja cuando se
producen situaciones de estrés, calma la ansiedad y activa los riñones y la
vejiga.
El amarillo intensifica la concentración y las capacidades
intelectuales y estimula el hígado, la vesícula y el esófago.
El rojo actúa
reforzando el sistema circulatorio y el corazón y activa la energía vital.
El
rosa favorece el amor y la convivencia y propicia el acercamiento emocional a
quienes nos rodean.
El blanco es el color de la pureza, la curación y la
limpieza.
El marrón refuerza la unión con la tierra y con los seres vivos y
posee también cualidades curativas.
La lámpara de sal crea
una atmósfera tenue y muy apacible, consiguiendo un ambiente agradable y
natural que favorece el entorno y logra un beneficioso efecto sobre el estado
físico y afectivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario